Me siento ansiosa. Como un pájaro que espera bajo un árbol la llegada de su amada. Siento como mi corazón late muy fuerte, como si quisiera salirse de mi cuerpo. Veo a mi alrededor el sol caer y me siento aún más ansiosa. No veo la hora de verlo y poder observar esa sonrisa que brilla como la luna.
No logro matar esta ansiedad que siento adentro, y no puedo calmarla. No puedo respirar y siento mi aliento entrecortarse. Estoy muy ansiosa. Siento en mi interior un terremoto que derrumba todos mis órganos y provoca un temblor. Estoy como un mendigo que espera ansioso el domingo para poder ir a la iglesia a comer, como un enfermo que espera curarse. No puedo concentrarme, solo pienso en su sonrisa, su mirada. Esos ojos tiernos con la mirada penetrante en mí. Esa mirada que es igual a la de un niño que recibe en navidad el juguete que tanto esperó.
La ansiedad del amor, bonita... y peligrosa, ¿no?
ResponderEliminarUn beso, me ha gustado el texto, me ha inspirado.
:D